EVANGELIO
3 de junio de 2010
Un maestro de la ley que había oído la discusión y había observado lo bien que les había respondido se acercó y le preguntó:
- ¿Cuál es el primer mandamiento de todos?
Jesús contestó:
- El primero de todos es éste: Escucha Israel, el Señor nuestro Dios es el único Señor. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento más importante que éstos.
El maestro de la ley le dijo:
- Muy bien, Maestro. Tienes razón al afirmar que Dios es único y que no hay otro fuera de Él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.
Jesús, viendo que había hablado acertadamente le dijo:
- No estás lejos del reino de Dios.
Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
Marcos 12, 28-34
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