lunes, 22 de noviembre de 2010

TIEMPO DE REFLEXIÓN - La ofrenda de la viuda


Comentario al Evangelio según San Lucas 21 1-4

Por: Rev. D. Ángel Eugeni Pérez y Sánchez (Barcelona, España)

Ha echado de lo que necesitaba, todo cuanto tenía para vivir

Hoy, como casi siempre, las cosas pequeñas pasan desapercibidas: limosnas pequeñas, sacrificios pequeños, oraciones pequeñas (jaculatorias); pero lo que aparece como pequeño y sin importancia muchas veces constituye la urdimbre y también el acabado de las obras maestras: tanto de las grandes obras de arte como de la obra máxima de santidad personal.

Por el hecho de pasar desapercibidas esas cosas pequeñas, su rectitud de intención está garantizada: no buscamos con ellas el reconocimiento de los demás ni la gloria humana. Sólo Dios las descubrirá en nuestro corazón, como sólo Jesús se percató de la generosidad de la viuda. Es más que seguro que la pobre mujer no hizo anunciar su gesto con un toque de trompetas. Sin embargo, su generosidad, que le llevó a sacar fuerzas de flaqueza en medio de su indigencia, mereció el elogio del Señor, que ve e corazón de las personas: "De verdad os digo que esta viuda pobre ha echado más que todos. Porque todos éstos han echado como donativo de lo que les sobraba, ésta en cambio ha echado de lo que necesitaba, todo cuanto tenía para vivir." (Lc 21 3-4).

La generosidad de la viuda pobre es una buena lección para nosotros, los discípulos de Cristo, Podemos dar muchas cosas, como los ricos "que echaban sus donativos en el arca del Tesoro" (Lc 21, 1), pero nada de esto tendrá valor si solamente damos "de lo que nos sobra", sin amor y sin espíritu de generosidad, sin ofrecernos a nosotros mismos. Dice San Agustín: "Ellos ponían sus miradas en las grandes ofrendas de los ricos, alabándolos por ello. Aunque luego vieron a la viuda, ¿cuántos vieron aquellas dos monedas?... Ella echó todo lo que poseía. Mucho tenía, pues tenía a Dios en su corazón. Es más tener a Dios en el alma que oro en el arca". Bien cierto: si somos generosos con Dios, Él lo será más con nosotros.

Fuente: Tomado del portal católico encuentra.com

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