Anunciación de la pasión y condiciones del discipulado
Luego les dijo que el Hijo del hombre tenía que sufrir mucho, que sería rechazado por los ancianos, los jefes de los sacerdotes y los maestros de la ley; que lo matarían y que al tercer día resucitaría.
Entonces se puso a decir a todo el pueblo:
- El que quiera venir en pos de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz de cada día y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí, ése la salvará. Pues ¿de qué le sirve a uno ganar todo el mundo si se pierde o se arruina a sí mismo?
Biblia Católica para Jóvenes
Editorial Verbo Divino
Instituto Fe y Vida
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